sábado, 20 de febrero de 2010

Tiempo Magico

Tiempo Mágico:

Conté mis años y descubrí que tengo

menos tiempo para vivir de aquí en adelante

que el que viví hasta ahora.

Me siento como aquel joven que ganó

una caja de dátiles; los primeros los comió

con displicencia pero, cuando percibió

que quedaban pocos, comenzó a roer

y disfrutar hasta el carozo.

Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.

No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.

Me molestan los envidiosos que tratan de desacreditar

a los más capaces para apropiarse de sus lugares,

talentos y logros.

No pienso aceptar cosas y situaciones

sólo para quedar bien con alguien, ya no más.

Dejaré de volverle la cara a la verdad sólo para seguir

en una falsa comodidad o por miedo al dolor

o a comenzar de nuevo; ahora me arriesgo.

Ya no tengo tiempo para reuniones interminables

donde se discuten estatutos, normas, procedimientos

y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.

Ya no tengo tiempo para soportar melindres de personas

que, a pesar de su edad cronológica, son unos inmaduros.

Recuerdo ahora a Mário de Andrade, que afirmó:

“las personas no discuten contenidos, apenas los títulos".

Mi tiempo es escaso como para discutir títulos;

quiero la esencia, mi alma tiene prisa...

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