“Quien tiene derecho de criticar debe tener el corazón para ayudar”.
Hasta ahora vine a darme cuenta de que la visión que tenia de la sociedad estaba equivocada. Quizás porque hoy me cansé de aceptar las cosas mal hechas, jugando a ser abogado del diablo. Posiblemente porque entendí que tratando de perdonar al pecador estaba también aceptando el pecado. Tal vez porque es más fácil ser avestruz y esconder la cabeza en la arena que ser salmón y nadar contra la corriente. Acaso por la apatía propia del que se siente impotente y decide mejor no actuar.
Basta ya!. Lo que está mal, está mal, lo haga quien lo haga!. No me puedo quedar pasivo ante las situaciones que van en contra de mis principios morales y éticos, que reflejan el sentir de la mayoría de la población dominicana, solo por temor a ofender “morales en calzoncillos”, o a tocar intereses de pseudos honorables o políticos o cristianos o a cualquiera que se refugie en un pedestal, desde donde se dignan a ofrecer dádivas sentenciosas sobre los demás.
Si los políticos necesitan de nosotros, deben ser como nosotros. Nuestros preceptos morales deben impregnarlos a ellos no sus iniciativas patológicas contagiarnos a nosotros. Si quieren mis ideas y mi voto, entonces que compartan mi filosofía: “Quien tiene derecho de criticar debe tener el corazón para ayudar”. Si se quieren escudar en partidos políticos, vamos a someterlos a sus propios principios. A los Peledeístas: “Ningún hombre es superior a su pueblo”, “A la patria no se le usa, se le sirve”. A los Perredeistas: “El liderato político no es para guardarlo, como se encierra en un cofre una joya, sino para arriesgarlo y ponerlo al servicio de la comunidad.”, “(…) serviré siempre a los débiles y a los perseguidos, sin aguardar ni la recompensa de Dios ni tampoco la de los hombres, sino solamente la tranquilidad de mi conciencia.” Y para aquellos “seguidores” de esos partidos mencionados, esas frases fueron expresadas y sentidas por sus líderes el Profesor Juan Bosch y el Dr. Peña Gómez.
Si nos dejamos llevar por el pragmatismo del día a día cotidiano, al que nos han llevado los enemigos del hombre íntegro, estaremos ayudándolos a cavar nuestra propia fosa moral. “El gobierno de los malos se sustenta en la apatía de los Buenos”.
No es cierto que el funcionario que pasa por el Estado y no sale millonario es un pendejo!!. No es cierto que el que te roba tus impuestos para su uso personal es bueno porque te dio medicinas cuando tu madre estuvo enferma!!. No es cierto que el que te exige favores sexuales para darte un empleo o promoverte en tu trabajo es bueno porque te dio el empleo o te permite irte a tu casa temprano los viernes!!. No es cierto que las buenas cosas pueden ponerse en una balanza y pesar más que las malas!!, Nunca deben pesarse en la misma balanza!. Lo malo es malo y punto!.
Conversación entre dos vecinas:
María: Viste a FULANO?, ese señor es un santo!. Ayudo a ramoncito a arreglar el carro y le consiguió la silla de ruedas a la mama de Cintia.
Ramona: Es cierto, siempre que se le necesita está presente, aunque uno sabe de dónde saca el dinero.
María: Si, es cierto que desde que es (funcionario/pastor/vino de NY/General, etc) maneja mucho dinero. Pero para que se lo roben otros que no ayudan que se lo robe él, que al menos resuelve!.
Si han escuchado algo como esto, saben a lo que me refiero. El que justifica lo mal hecho, se alía con el malhechor y es corresponsable de sus actos.
Hasta luego, amigos conscientes.
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