Novela en agonía
El ejecutivo pasa por delante de la secretaria y con un leve gesto de la cabeza le da los buenos días, ella le responde, con una sonrisa falsa y un -buen día licenciado-, mientras para sus adentros piensa –“Que será lo que se creen estos, que porque vienen de fuera son mejores que nosotros?”-
Al entrar al despacho provisional en el que trabaja lo recibe la luz del sol que, aun siendo solamente las 7:30 de la mañana, ya baña toda la estancia con su amarillento calor. Se sienta detrás del escritorio de Caoba tallada y escoge uno de los tantos periódicos del día que tiene en frente.
El titular llama su atención –“JCE lanza proclama deja abierta la campaña electoral”-, una sonrisa cínica curva su boca y piensa –¡este país desde la muerte de Trujillo esta en campaña!-. Al terminar de repasar los diarios se levanta, son las 8:15, mira por el gran ventanal de la oficina hacia el sur, hacia donde sabe que esta el Mar Caribe, azul, moviéndose suavemente contra el arrecife del Malecón, su malecón de antaño. En este momento se permite un instante de nostalgia, y se transporta en un viaje mágico, a la tarde del 6 de mayo de 1969 cuando con sus padres viajaba, por primera vez, hacia la tierra prometida de los Estados Unidos, donde curso sus estudios primarios y superiores, donde se enamoro, casó, y tiene a sus hijos. Hoy a sus 50 cumplidos y con las canas para demostrarlo, es un ejecutivo tecnológico del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) en misión en su isla natal para mostrarle a los funcionarios del Banco Central de la República Dominicana, una larga documentación con informes y propuestas creadas por su equipo de trabajo como receta para países en desarrollo lograr sus objetivos (los del BID) de manera sostenida y real.
-solamente en Republica Dominicana se pueden tener tantas cosas y no tener nada-. Al expresar en voz alta este lamento, se da cuenta que su desliz de remembranzas le tomó mas del tiempo pensado y regresa al escritorio a preparar los documentos y alistarse para la reunión que a las 10:00 de la mañana tiene programada con los ejecutivos del Bancentral.
Mientras atraviesa la ciudad, en la Suburban con chofer asignada por el Banco, absorto en la presentación en su laptop, no tiene tiempo para ver lo que le rodea, kilómetros y kilómetros de tapones de vehículos de las mas variadas clases, marcas y modelos, desde un Jaguar 2012 hasta el carro público, Austin, modelo 79, que se detiene en el medio de la Tiradentes, frente a Plaza Naco, porque se le acabo el GLP y tiene que dejarlo enfriar para llegar a la bomba de gas mas cercana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario